Ir al contenido principal

Tienes magia en la boca


Y finalmente sucedió
el tan esperado encuentro,
mis labios se acurrucaron
plácidamente sobre los tuyos,
y lo que sucedió a continuación
fue toda una obra de arte biológica:

Mi universo frenó en seco,
mis sentimientos estallaron y
empezaron a derramarse a borbotones
por todo mi cuerpo;
el líquido rojo de mi vida
se volvió luces volando
a través de mis arterias…

Mi estómago se convirtió
en una comparsa de cosquillas eternas,
mis piernas, confundidas y temblorosas,
reían a carcajadas…

Y mis manos,
mis manos simplemente
se quedaron sin respiración,
porque por fin cumplieron su sueño
de mirarte y amarte de cerquita.

Mis neuronas
se embarcaron en un viaje rosa
del que todavía no regresan.

Ese día,
nuestros labios escribieron
un soneto perfecto,
de esos que tallan el corazón para siempre,
de esos que rompen el espíritu de placer.

Tu boca trazó una ruta indeleble
dentro de mi,
una especie de camino
que conduce a una forma
nueva de deletrear el amor.

Ese boceto que delineaste con tu lengua
le dio un golpe bajo
a la sed que se hospedaba en mí,
convirtió en algodón de azúcar,
a un corazón
que estaba revestido de acero negro.

Tienes magia en la boca,
tu beso quedó impreso en mi rutina,
me dejaste flotando eternamente
en un campo de cipreses y fucsias,
en mis labios vive
el dulce vaho de tu aliento.

Tu beso se convirtió en
himno,
bandera,
religión
y
ley universal
de mi propio planeta rojo,
ese que tiene como satélite natural
a una inmensa nube psicodélica,
que se encarga de mantener
fresco en mi memoria
aquel acontecimiento
que marcó nuestras bocas para siempre…

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El lado izquierdo de mi cama

Hoy me levanté por el lado izquierdo de mi cama y no fue hasta que tomé el primer sorbo de café que me di cuenta de que me amaneciste doliendo más que nunca. Miro las paredes que me rodean en busca de respuestas valientes, respuestas que me hablen fuerte, que me griten y me digan que no eres real, que eres un tonto juego que mi cabeza ha inventado; respuestas que te desalojen de mi mundo en un chasquido imperceptible. No importa cuántas veces grite tu nombre en mi mente, lo cierto es que no te vas a aparecer en frente de mi ventana para darme los buenos días y servirme el desayuno. Tengo que reaccionar, hacerme a la idea de que no habrá un “tú y yo”, de que no habrá una palabra conformada por la combinación de nuestros nombres. Tengo que pellizcar a mis sueños para que despierten y hagan frente a esta jodida realidad que me atraviesa, una realidad monótona y pesada en la que cuesta respirar, regada con matices de recuerdos antiguos de t

Hay amores

Hay amores fuego, amores viento, amores lluvia. Hay amores pasión, amores lujuria, amores fortuna. Hay amores despecho, amores al acecho, amores de hecho. Hay amores de un día, amores que valen la muerte   y amores que valen la vida. Hay amores pétalo, amores espina, hay amores que se quedan a la vuelta de la   esquina. Hay amores sin descanso y amores en pausa. Hay amores que enamoran para siempre, amores que no se atreven a entrar y amores que nunca nos dejan de mirar. Hay amores que se van volando, pero el viento mismo los regresa a su lugar de origen. Hay amores que se visten de obsesión, de villanos, y otros, en cambio, mueren siendo superhéroes. Hay amores que hieren y otros que cicatrizan. Hay amores valientes y amores que retroceden de miedo. Hay amores que son as bajo la manga y también amores ruleta rusa. Hay amores todo o nada, amores todo en uno, y amores indescifrables, forajidos, intratables, obstina

A la música

Primer amor. p oesía hecha vida, mi compañera de todas las horas, entre tus notas se mezcl an mis alegrías y mis triste zas. En los acordes de tus pianos y violines se abalanzan mis lágrimas en busca de consuelo. Los ritmos de tus tambores y guitarras han escul pido montañas de placer en este cuerpo de pi edras. Te he hecho mía. Me has hecho tuya. Has visto en gran angular las fracturas de mi piel y me has dado tu savia para curarlas. Has acariciado mis oídos como ninguna mujer en el mu ndo. Te he dedicado en silencio. Me he emborrachado con la magia que destilas hasta perder la conciencia. Tocaste mis manos desérticas y la s convertiste en alas doradas. Supiste perdonarme antes que yo misma pudiera hacerlo. Me abrazas todos los días y cuando lo haces, siento el ab razo de Dios. Contigo he ido al pasado y al futuro sin n ecesidad de una máqui na del tiempo. Me has enseñado a construir realidades paralelas