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Mostrando las entradas de abril, 2016

Conjugación de un desamor

Él la amó. Ella lo ama. Su amor no sobrevivirá… En una cama de hospital, bajo un coma inducido, yace tan gélido como un témpano de melancolía, aquel amor que se hizo presente en una triste calenda, indigna de recuerdo. Las nubes de ese día emitían un llanto tenue y pausado, el mismísimo cielo sentía tristeza, el tono gris con el que se vistieron los cúmulos, pronosticaba que aquello no acabaría bien. La maquinaria acorazada incrustada en el pecho de aquel hombre, empezó a latir por una tentación extranjera, dejando a su antigua amada, perdida entre las grises ruinas de lo que algún día se llamó amor. Ella debe extinguirlo de sus pensamientos, debe hacerlo por la sobrevivencia de los bellos seres alados que ahora viven no sólo en su estómago, sino en cada poro de su piel, debe hacerlo si no quiere que las mariposas se conviertan en oxidados alfileres que terminen por infectar su corazón de un incurable desamor, de un desamor

A los ojos de mi vida

Casi se agotaban mis reservas de inspiración, pero fue suficiente con un trago de tus ojos, para que toda la magia de este cuadriculado mundo explotara, dejando una danza salpicada de destellos, de brillos teñidos con ese color tan característico del amor. Yo vivía ignorante, no tenía idea de que los milagros venían envueltos en tus ojos, deliciosamente encantad ores , colmados de una divinidad hipnótica. Nunca me imaginé que las bendiciones  tuvieran pestañas capaces de detener el tiempo, de congelarlo justo en una sola estación, una sin nombre, en la que sólo hay lluvias abundantes de tu cuerpo, primaveras de coloridos y fragantes besos, otoños de abrazos eternos, y veranos donde sólo brillan nuestros corazones ardientes. Es todo un acontecimiento sin precedentes tu mirada, sólo un resquicio de ella  es suficiente para hacer brotar flores de mi pecho. Beber un sorbo del negro de las ventanas de tu alma es como degustar aquí en