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Mostrando las entradas de noviembre, 2015

Preguntas sueltas

¿Por qué se extraña tanto un cuerpo al que jamás se ha tenido? ¿Por qué se anhelan tanto unos labios que nunca se han mirado de cerca con los tuyos? ¿Será la inmensidad del mar equiparable al dolor que baña mis días a causa de tu ausencia? ¿Sabrán la luna y las estrellas hacia dónde apunta tu mirada en esta noche? ¿Cuántas lágrimas habrán pasado por tu cara en todo este tiempo? ¿Cuántas sonrisas habrán adornado tu perfección? ¿A qué hora podré olvidarte? ¿A dónde se esconden las estrellas fugaces? ¿Cuándo se hará realidad mi canción favorita? ¿De qué color es la soledad? ¿Qué tan lejos de aquí está el lugar dónde nacen las ilusiones? ¿A cuántos granos de arena estamos de la felicidad? ¿Cuántas vidas tiene mi amor por ti? ¿Bajo qué parte del cielo nos volveremos a encontrar?

La imposibilidad de tenerte

Mágicamente, sin pensarte, sin buscarlo haces tu entrada triunfal en mis sueños, pero ni siquiera en ellos eres posible para mí, tu figura se desvanece con prisa ante mis ojos. ¿Será acaso que tu alma se desenamoró de la mía? O quizá tus manos ya no sienten deseo de tocar mi barbilla, No me das tiempo de contemplar tu esplendor, no me das tregua para mirar tus ojos,  esos ojos que no he podido olvidar, y cuyo recuerdo hace más llevadero  mi viaje por este circo llamado vida. Te esfumas tan ágil que no me dejas tocar el sabor de tu piel  o besar la punta de tu nariz. Te vas tan de prisa  que no me dejas tejer mi amor en tu pelo  o rozar tus labios con mi deseo. En tu lugar se quedan enormes, saladas y pesadas gotas de melancolía en mis ojos,  que al despertar, como olas salvajes,  arrasan con mi ilusión de tenerte. Lágrimas que huyen presurosas,  llevándose sin ningún remordimiento, mis ganas de hacer poesía en tu cuerpo,  de pintar galax

Tú, siempre tú, incluso en mis tristezas

Hoy no quepo en el mundo m e pesa la ropa m e cuesta la respiración. Hoy el pasado se ha encaprichado conmigo h a abrazado mi alma con un abrazo negro que se niega a soltarme. La tristeza me ha mirado a los ojos y la desesperación me ha tendido una trampa l as lágrimas han acariciado mi rostro con violencia. Hoy es uno de esos días en que me agobia el no haberte tenido e n que me duele no haber tenido tus ojos e n que me pregunto hacia dónde estaba mirando cuando te tenía en frente t rato de buscar esa respuesta, pero ella se esconde, me esquiva, juega conmigo m e hace recorrer un intrincado laberinto del que nunca salgo victoriosa. Tu nombre retumba en mis oídos, en mi mente m i boca no se atreve a pronunciarlo c omo si con ello pudiera hacerte daño c omo si fuera pecado. Al parecer soy una especie muy rara d e esas que bordean lo inverosímil s oy un alma que repele todas las cosas buenas que le ocurren e ntre esas, TÚ.